TÍTULO – El Chacal
AUTOR – Diego Petersen Farah
EDITORIAL – Planeta
PÁGINAS – 211
ISBN -978-607-07-9426-1
SINÓPSIS – Un joven periodista poblano llega a la ciudad de México para encontrar su oportunidad. Tras cubrir el fraude electoral de 1988 y ser testigo de los tejemanejes entre los medios y el gobierno, descubre que debe dejar los escrúpulos a un lado si quiere progresar en la escena del periodismo nacional. Su insaciable ambición lo lleva años después a La Televisora, el medio de comunicación más importante del país. El ascenso es meteórico: en pocos años, de reportero a anfitrión del noticiero matutino más popular de la televisión. A medida que crece su influencia dentro de la empresa y entre el televidente – a quien ha enamorado con su imagen de reportero audaz y desenmascarado de corruptos-, y mientras también lidia con los excesos, se enfrentará a la gente más poderosa de la política y los medios. Pero la disputa por ser titular del noticiero estelar de la noche lo enemistará con quien fue su maestro y protector…
CONCLUSIÓN – Con anterioridad ya había tenido oportunidad de leer algún otro título de este autor, debo decirles que me decepciono al grado de que no recuerdo de que va el libro, pero cuando vi este título en la FIL de Ciudad de México, automáticamente pensé en darle una segunda oportunidad, esperando no haber cometido un error al comprarlo, pero vaya sorpresa que me lleve cuando terminé de leer “El Chacal”. En resumidas cuentas, dentro de esta historia, el autor nos cuenta la historia de un periodista que poco a poco va escalando de posición en su trabajo, al principio es en un periódico y después llega a la televisión, haciéndennos saber el tipo de trabajo y noticias que tiene que cubrir dicho periodista, así como los altibajos que le tocan al protagonista, tanto en su vida personal como en la profesional, lo cual no me parece nada mal. La única cosa que pude sentir durante toda la lectura, fue como el autor parecía tan desesperado por ser parte de una de las televisoras mas importantes de México (Televisa) y el afán de demostrarse partidiario del partido político Partido Revolucionario Institucional (PRI), defendiéndolo a capa y espada, haciéndolo ver como “el mejor partido” que ha tenido México, y sentí que quería mostrarnos que “tan geniales” han sido los presidentes que han salido de ese partido, mientras que a los otros les tiraba toda la tierra habida y por haber. Lo único que rondaba mi cabeza era lo que nos ha tocado ver o conocer de la posible relación laboral (y de interés) entre ese partido político y la televisora. Creo también, este libro me deja como lección, el definitivamente no volver a leer algo de este autor, o al menos no en un muy largo tiempo.
-MaríaD.
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